A aquel incansable soñador que nunca deja de crear más y más mundos, creando así su fortaleza.

"Porque un soñador nunca muere, ni descansa, nunca para de trabajar y pensar más y más y soñar así, sin pausa; Al igual que un niño con un coche nuevo, ¿Pero qué pasaría si a este niño en vez de gustarle su nuevo coche prefiriera coger un trozo de papel, un boli y manchar de tinta sus manos y su fiel compañero el trozo de papel? Muy fácil amigo, tan simple como que tendría ganada la más importante de las batallas de su vida: Ser niño, es decir no cansarse nuca de jugar, reír, estar en la calle, jugar con sus amigos y amigas, compartir momentos con sus padres; estas personas que lo dan y lo darán todo siempre por ti y con las cuales no tenemos mucha consideración en devolverles lo que nos aportan, sobre todo en ese pico de la montaña de la vida como es la dura pero a la vez dulce adolescencia. Y esto no es todo, ese niño también será un soñador en el cual nunca morirá su empeño por imaginar y ser capaz de cambiar su entorno simplemente con su blanca mirada que jamás pasa desapercibida a su Pequeño Tesoro, aunqe no tenga la llave para abrirlo, ya que es tan simple como imaginar esa llave y todo hecho. Nunca dejes de soñar, ni de ser niño, recuérdalo pequeño amigo, que surcas mis letras como un surfista en una tabla de sur sobre las azules olas del gran azul al qe llaman mar."

Atentamente: El Escultor de Comillas"